Cuatro claves para tener un e-commerce sostenible (y no morir en el intento)

El comercio electrónico no pierde ritmo. Según los últimos datos de la CNMC, la facturación del comercio electrónico en España aumentó en el tercer trimestre de 2021 casi un 15% hasta alcanzar los 14.696 millones de euros. Si bien es cierto que la pandemia y las restricciones de movilidad le han dado un gran impulso en los últimos dos años, se prevé que en el futuro este modelo siga creciendo cada vez más.

No obstante, el comercio electrónico incluye prácticas que generan costes económicos, ambientales y sociales muy notables. Desde las condiciones laborales y fiscales cuestionables en algunos casos hasta las propias entregas a domicilio y sus devoluciones (que generan el doble de emisiones al sumar la entrega y la devolución).

Para impulsar un tipo de e-commerce sostenible ha nacido el movimiento entregasostenible.orgimpulsado por Empresas por la Movilidad Sostenible en el marco de la European Green Week y presentado en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) recientemente. Su filosofía pretende concienciar a la población y a las empresas y promover un consumo responsable entre la sociedad, así tratar de que la cadena de valor del comercio electrónico tenga en cuenta la sostenibilidad.  

May López, directora de Desarrollo de Empresas por la Movilidad Sostenible, insiste en que los e-commerce actuales generan muchos costes. “La insostenibilidad del modelo actual genera muchos costes directos e indirectos, mientras que las organizaciones que apuestan por la sostenibilidad real generan valor. Cualquiera de nosotros puede marcar la diferencia en el comercio electrónico, ya sea como consumidor o como e-commerce, poniendo en valor las soluciones y las organizaciones que contribuyen a la sostenibilidad económica, social y ambiental”, explica.